Cerveza artesana rumana sin filtrar, en concreto de la ciudad de Oradea que, aunque está realmente rica, lo que más destaca, a mi parecer, es el bonito etiquetado que tiene.

Una cerveza artesana de Oradea pero que no intenta hacer cosas raras. Sabe tan bien como cualquier rubia e igual de refrescante. Además el etiquetado es precioso.